Karvina Corporation, una pequeña desarrolladora europea, creó en 1989 un videojuego que, según la historia, sería el precursor del Survival Horror, algo así como el tío lejano de Silent Hill, un pariente del que nadie se acuerda. Su nombre, Killswitch. Se estima que 5.000 copias salieron al mercado. Los detalles son extraños, tanto por el contenido del juego, como por lo que pasa después de terminarlo. Killswitch permitía escoger entre dos personajes: Una humana llamada Porto que cambiaba de tamaño sin tener control sobre este poder, y un demonio que respira fuego y es invisible (hasta para el propio jugador) de nombre Ghast, como era practicamente imposible de jugar con Ghast ya que no podía determinarse en qué lugar de la pantalla estaba, Porto era la opción a seguir. La historia gira en torno a una horrible conspiración en una mina, que incluía las torturas a los mineros con heridas de cuchillo y máquinas poseídas por demonios que mataban todo a su paso (al parecer se usaban imágenes bastante “gore”). Sin embargo, cuando Porto termina su terrorífica experiencia, algo raro pasaba con el juego: Se borraba automáticamente del computador, sin dejar rastro de su existencia. Los que intentaban hacer una copia no podían lograrlo. Nunca se tomaron imágenes de gameplay. Asi, fueron desapareciendo poco a poco las 5.000 unidades. La última copia conocida fue subastada y adquirida por un japonés, Yamamoto Ryuichi, en $730.000 dólares; él planeaba hacer streaming del juego para que todos lo conocieran. Solo se supo de un video, de minuto y medio, en el que Ryuichi, sentado frente a la pantalla que mostraba la opción de escoger personaje, lloraba desconsolado…
Qué historia, ¿no? Al pasar cierto tiempo se supo que era creación de una escritora, quien montó el sitio Invisible Games para contar este relato, además de otros muy interesantes.
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